Friday, August 13, 2010

Panza - La madre de todos los picantes


"No es blues ni rap / No es avant-garde / No es bosta & stone...", aguijonea Mariana Bianchini en "¿Querés bailar conmigo?". 

Y tiene razón. Panza funciona como una de esas bandas (casi extintas) que son imposibles de clasificar. 

La lista de sus influencias es interminable: Cream, Led Zeppelin, King Crimson, Genesis, Zappa, Skunk Anansie, The Police, Bowie, Mike Patton, Buckethead, Reeves Gabrels, Porcupine Tree, Radiohead, Foo Fighters, entre otras. 

Pero Panza logra sonar actual e irremediablemente a Panza.  

La madre de todos los picantes encarna a la perfección la exuberancia creativa del cuarteto. 

Se trata de tres discos en los que la banda descompone sus personalidades y las potencia.  

Caramelo (CD 1) está orientado al formato más amigable del grupo, con el acento puesto en melodías accesibles -aunque siempre con pulso rockero, arreglos múltiples y pasajes instrumentales de alto vuelo-; Pomelo (CD 2) reúne composiciones más sinuosas y desarrolladas, con más solos y letras más angustiantes; y Ají (CD 3) libera toda atadura y propone sucesivos recorridos instrumentales en los que se suma un pelotón de solistas de jazz (todo sazonado con recitados mordaces y delirantes). 

Con toneladas de ideas, musicalidad, riesgo, algún altibajo (lógico en una obra tan exuberante) y cierta redundancia en letras que apelan al imaginario infantil o la autocelebración, La madre... demuestra que un disco -en este caso ¡triple!- todavía puede ser una aventura vital y profundamente enriquecedora.

Por Sebastián Feijoo.

Fuente: Revista Rolling Stone de Argentina.

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