Las atmósferas sonoras de Erskine.

Crítica: Peter Erskine Trío El ex baterista de Weather Report mostró una faceta diferente en su show en el ND/Ateneo. 

TRIO LO COMPLETAN EL BAJISTA DAMIAN ERSKINE (SU HIJO) Y VARDAN OVSEPIAN (PIANO).

"Poco que ver con Weather Report" dijo alguien a la salida del recital del trío de Peter Erskine. No sonó a decepción, sino a una verdad fríamente enunciada. Porque es verdad que, salvo en la dedicatoria del tema final, "Cats and Kittens" , y en ciertos toques del bajista Damian Erskine (hijo del baterista) a la hora de sus solos, la propuesta actual se sitúa en caminos bastante diferentes al de aquel supergrupo de jazz-rock, cuya base rítmica integraba Erskine junto a Jaco Pastorius, el único bajista de culto de la historia del jazz.

Lo que se escuchó en el ND/Ateneo -que terminó por llenarse, lentamente- se ubica más en la línea de lo que se llamó el sonido ECM, sello en el que Erskine grabó varios de sus discos solistas. La creación de atmósferas sonoras, sin demasiadas rupturas, una textura apacible que siempre logra detenerse al borde de lo convencional.

En este territorio se mueve con soltura Vardan Ovsepian, un interesante pianista de origen armenio, quien sigue la línea de sus colegas de instrumento que definen el perfil ECM como Richie Beirach, Misha Alperin y, sobre todo, Steve Kuhn, quienes le dan un papel muy secundario a las posibilidades rítmicas de la mano izquierda como para no interferir con la continuidad de ciertos climas. 

Aunque, extrañamente, no se notan en su interpretación muchas marcas de quien es la superestrella del sello, Keith Jarrett, cuya influencia sólo aparece en el tercer tema, "Dreaming Paris" –compuesto por él-, una célula armónica repetida y machacona que permitió, además, buenas intervenciones del bajo.

Por el mismo peso específico de su instrumento, sobre Ovsepian recae la mayor responsabilidad de sostener el recital, aunque queda bien en claro que, aún resignando protagonismo –hay solos de batería relativamente extensos sólo en el primer y en el último tema-, la conducción es de Erskine, quien por momentos se mostró muy tentado por la risa. 

Sobre todo luego de hablar de pie ante el micrófono en un español primitivo y desde donde saludó a Chany Suárez, presente en la sala, así como Daniel Rabinovich (Les Luthiers) y Javier Malosetti, y antes de vivar a Maradona y recitar el consabido elogio al público argentino.

También le pertenecen al baterista la mayoría de los temas, donde se revela como un compositor inspirado, que se deja atravesar por diversas influencias, que incorpora sin problemas ritmos latinos, pero un tanto disperso. Eso hizo que en ciertos momentos, en especial cuando elegía desarrollos extensos, las ideas terminaran diluyéndose y fuera difícil seguirlo.

Todo esto quedó salvado por la excelente calidad interpretativa del grupo. Erskine tiene muchas variantes, aunque pierda brillo cuando apela a las escobillas como si se sintiera más cómodo en la intensidad. 

Su hijo Damian, extrañamente el único que leía partituras, aportó, con su bajo de ocho cuerdas, solidez al sonido del trío al que Ovsepian, pese a su talento e inventiva, no siempre logra acoplarse. 

Sin que mediara explicación alguna por parte de los músicos o del teatro, el recital comenzó con 45 minutos de atraso.

Por Marcos Mayer. Especial Para Clarín

Fuente: clarín.com/Foto: Archivo Clarín. 

Presentacion de Peter Erskine Trio en vivo en el teatro ND Ateneo de Buenos Aires. 

Video: YouTube/bateriaclases