Tuesday, August 3, 2010

"Estuve muy mal, pero pudo haber sido peor".

El baladista vuelve con todo Tras varias cirugías y una larga internación, terminó un nuevo álbum, "Volverte a ver", una apuesta para seducir nuevos mercados. Qué cosas cambiaron en su vida y en su carrera. Su pasión boquense. 

VOLVER A VERLO  SEGÚN DECLARA, CON SU NUEVO ÁLBUM BUSCA "TRANSMITIRLE A LA GENTE LA FELICIDAD QUE ME DA VOLVER A VERLOS". LA FECHA DE SALIDA DEL CD ESTÁ ANUNCIADA PARA FIN DE MES.    

"Estoy volviendo con todo. Con todo bueno", dice Luciano Pereyra, apenas se acomoda en uno de los sillones de la casona de Barrio Parque donde se pautó la entrevista. Se lo ve algo más flaco, habla un poco más pausado, pero, a simple vista, es el mismo que un año y medio atrás aseguraba que había aprendido "a levantar el pie del acelerador". 

Tras un receso obligado de algo más de seis meses, el muchacho de Luján anuncia su regreso a los escenarios porteños con disco nuevo bajo el brazo, y tres cirugías en el cuerpo, que le consumieron 35 días de internación -15 en terapia intensiva-, en el registro de su historia más reciente. Razones que justifican el nombre de su nuevo trabajo. 

"Volverte a ver es un título que surgió después de lo que me pasó. Para mí es un disco más que importante, porque yo miro, me desahogo, me comunico a través de las canciones. Es transmitirle a la gente la felicidad que me da volver a verlos", explica.

Antes de que llegaras a la nota, escuchaba algunos temas, y Nicolás (hijo del productor, Adrián Posse) explicaba que tal canción está pensada para una novela de Pol-ka, tal otra para difusión, otra para el verano. 

¿Cómo negociás tu idea artística con las reglas del marketing, sin que la música pierda su esencia

Eso se resuelve en la primera charla con el productor. Es el momento en el que yo transmito mis ideas, y él se encarga de guiarme para cierto lado, de proponerme ir por algún lugar. A partir de ahí yo puedo dejar todo en sus manos, o no.

¿Cuál opción elegís

Yo prefiero estar más encima. No me gusta encargarme sólo de cantar. Porque la canción puede estar buenísima, pero si el arreglo no me gusta, el que se lo tiene que bancar después arriba y abajo del escenario, por el resto de mi vida, soy yo. Lo que me gusta es que el productor me ayude a descubrir cosas nuevas de las que yo no me doy cuenta.

¿Descubriste alguna con este CD

Descubrí que, a la hora de cantar, puedo hacer cosas que jamás había creído posibles. Pero, además, en este disco tuvo mucha importancia el vínculo humano y el clima de trabajo que logramos con Adrián. Eramos dos argentinos en Miami, hablando de folclore y de asado.

De folclore sólo hablaban, porque en el disco no hay ni un poco.
No. Folclore, por ahora, hay sólo en los conciertos. Teníamos pensado entrar a grabar un disco de canciones folclóricas una vez terminada la gira, pero hubo que postergar todo. Y la verdad es que ahora me voy a tomar todo con mucha más calma. 

Vas a levantar el pie del acelerador de verdad ¿O lo hiciste y algo falló

No. Lo que pasó es que hace un año y medio me descubrieron un divertículo en la parte baja del esófago, cerca del estómago. Tras la operación, que había sido programada, una infección intrahospitalaria complicó todo. Y después era una cachetada detrás de la otra. No podía levantarme. Fui por una operación, y terminé con tres. 

¿En qué pensaste durante esos 35 días que pasaste internado

En todo. En si iba a volver a cantar, a jugar al fútbol. Si iba a volver a mi casa. Pensé en todo. En lo mejor y en lo peor. Escuchaba a la gente que me rodeaba, que me quiere.

¿Había mucha

Los de siempre. Mis viejos, mi familia, mi hermano, mi novia, y mis amigos más íntimos. Los de Luján. Escuchás todo lo bueno, pero pensás todo lo malo. Pero lo que escuchaba, en algún lugar de mi cabeza, de a poquito me iba levantando. Más allá de que en algún momento no quería escuchar ni al médico. Era "Basta, no aguanto más". Porque era todo el tiempo sacarme sangre, análisis, que esto, que el otro. Temblar por la fiebre.
Basta, la puta madre.

Además, sedado: los dolores eran horribles, con un drenaje en los pulmones, una sonda nasogástrica. Me aprendí todos los nombres.

Estuviste ...

Hecho mierda. Sí. Estuve muy mal, pero pudo haber sido peor.

¿Te culpaste por algo

No. Jamás. No me lo permití. ¿Por qué me voy a echar la culpa de algo? Yo soy muy creyente, y por si en algún momento se bajaba la persiana, yo agradecí todo lo que viví hasta el día de hoy. No me puedo quejar. Si mi trabajo generaba esta vorágine, bueno, tenía que pasarlo para aprender que no lo tenía que hacer. Tenía que aprender que siempre hay que buscar un equilibrio. 

¿Escuchabas música

No. Un amigo me trajo un iPod, pero no tenía ganas. Pero cantaba, eh. Cantaba por adentro. Nada que conociera. Sólo tarareaba. Era una forma de no pensar en lo que estaba pasando. Todo lo que me pasa a mí, yo lo canalizo por la música. Así que, imaginate en ese momento. 

Luciano cuenta que, tras la internación, de la mano de una dieta, kinesiología y mucha voluntad, en un mes y medio recuperó parte de los 12 kilos que perdió, y cierta normalidad en su vida. Pero le llevó otro tanto volver a subir a un escenario, el 9 de julio, en Tucumán.

¿Cómo fue la previa del regreso

Fue con mucho nervio, tratando de convencerme de que eran sólo dos canciones. Hablé mucho con mis papás, con mi hermano. Pero sabía que iba a salir todo muy bien. 

¿Y qué pasó cuando subiste

Cuando empecé a cantar "Como pájaros en el aire", se me fue la cabeza para todos lados. A cuando gané el concurso de Los Arroyeños, con esa canción. Después, miré hacia atrás, y estaba la imagen de Mercedes Sosa, que era la "mama". Se me vino todo, encima, y sentía que la garganta que se me empezaba a cerrar. Pero yo sabía que era emoción. Y en la mitad de la canción, la garganta se empezó a abrir de nuevo, y empecé a ver, y fue como comenzar a mirar. Gente, escenario, los músicos, y me dije: "Qué bueno". 

¿Notaste algún cambio en tu voz

No. Pero aprendí a darle tiempo. Aprendí a darle tiempo a mi cuerpo. Fue un proceso. Pero fue un tiempo justo. Me tomé el tiempo que necesitaba. 

Fue buenísimo arrancar con dos canciones. Después vinieron los cuatro shows seguidos en Bolivia. Allí, los dos primeros conciertos, subí al escenario sin nervios, algo raro en mí. Pero la tercera noche me conecté con todo y del todo. Ahí empezaron los nervios fuertes, me empezó a doler la panza como siempre. Y salí temblando. Pisé el escenario, y dije ¡Gracias dios! Esos conciertos fueron con una dosis de energía gigante. Me llené de energía, de ganas, de entusiasmo. Y me di cuenta de que estuve mucho tiempo parado. Seis meses es mucho tiempo. Pero ahora estoy bien, así que vamos. Vamos con nuevo disco, con más actuaciones. Vamos con todo. Con todo bueno.


Fuente: clarín.com/Foto: Archivo Clarín.

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