Wednesday, July 14, 2010

Diego Scott y la Clínica del Dr. Felipe.

El "especialista en cosas" de  Un mundo perfecto  y sus consejos policlínicos para gente sin respuestas. ¡Reírse es salud!.


Hoy el Doctor Felipe va a hablar de la actividad sexual de la Selección Argentina. Mañana disertará sobre la publicidad de los 80 y ayer nos instruyó acerca de cómo comunicarle a la chica de nuestros sueños que ahora la chica de nuestros sueños es su hermana. Bienvenidos al consultorio donde ir a tratarse de todo lo que sucede. Bienvenidos al mundo del Doctor Felipe, "especialista en cosas". 

El camino de Diego Scott comenzó cuando, después de aguantar hasta donde pudo las carreras de Administración de Empresas y Ciencias Políticas, entró en la vieja, muy pequeña y tan ochentosa FM Palermo, 94.7. 

Así que ahí estaba, con Pablo Duggan, que sería un valuarte de Daniel Hadad en Radio 10 y C5N. Era 1996 y Scott, un chico de San Isidro tan debidamente egresado del Newman, cumplía su primera fantasía en un programa al que habían bautizado El laberinto. Luego pasó a Splendid, y terminó haciendo economía y negocios con Enrique Szewach en radio América, que tenía una FM que se llamaba La Metro, que tenía un programa, que se llama El parquímetro, que tenía un conductor fantasma que se llamaba Fernando Peña. 

Dice Scott: "Un día paso por el estudio de al lado y lo veo a Peña; todavía pocos sabían exactamente quién era, apenas el tipo que le ponía voz y acento a Milagritos López, a Dick Alfredo". 

Entonces ocurrió: los planetas se alinearon y Scott pasó del reporter en la bolsa de valores a producir uno de esos programas de radio que dejan su marca en la historia: como Bangkok, como Rapidísimo, pero ahora él era el productor. El equipo que conducía Peña y producía Scott lo completaban Sebastián Wainraich haciendo los guiones y Diego Ripoll aportando el caño de su voz, y debe haber sido el último gran rat pack de la radio argentina. La muerte de Peña, en junio de 2009, lo dejó al frente del programa. 

El Doctor Felipe es un chico flaquito y de ojos claros, con un rictus de expresividad mínima que refuerza el humor cuando, serio e impertérrito, explica las formas posibles de decirle a la mujer que lo que uno quiere hacer es un 69: "Mi amor, terminemos con la angustia oral de la pareja", o bien: "Dale, juguemos al sube y baja en bolas", o, finalmente: "¿Te juego a que quedamos los dos barbudos?". El Doctor Felipe es un heterodoxo. 

El personaje nació en Kitsch, el micro que Wainraich hacía en Duro de domar, a fuerza de máximas y consejitos policlínicos. Pero eso fue antes, sus años de residente, digamos. Ahora, a las 22.15 de un jueves, Diego Scott - debidamente esterilizado con gorro y delantal - se prepara para entrar en el piso de Un mundo perfecto, donde Roberto Pettinato lo espera para jugar el contrapunto del día. 

-¿Que mirás en televisión?

-Y, capaz que una noche te miro un Tinelli, me divierte, pero una noche. Dos, es vicio. Una semana entera, sobredosis. Ahora no puedo parar con The Office.
Arranqué viendo la americana, con Steve Carell. Y después, cuando vi la inglesa, no me pareció tan brillante.

-Las aventuras del señor Scott.

-Sí, de Michael Scott.

Por Alejandro Seselovsky

Mirá al Doctor Felipe junto con Roberto Pettinato hablando sobre la marihuana. 

 

Fuente: Revista Rolling Stone de Argentina/Video: YouTube.

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