Thursday, July 15, 2010

El Senado convirtió en ley el matrimonio gay.

Con 33 votos en favor, 27 en contra y 3 abstenciones, la Cámara alta aprobó la iniciativa que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo; la sesión, que duró 13 horas, mantuvo la incertidumbre hasta el final.  

La Cámara de Senadores y una maratónica sesión.

Tras una maratónica sesión, en la que reinó la incertidumbre y la tensión hasta último momento, el Senado convirtió en ley la iniciativa que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo, con 33 votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones. 

Cerca de las 4 de la mañana, se votó el dictamen de mayoría, que propiciaba el rechazo del matrimonio gay, que obtuvo 32 votos negativos y 30 positivos. Entonces se dio lugar al dictamen de minoría, a favor de la iniciativa que autoriza el casamiento entre personas del mismo sexo, que ya había conseguido media sanción en Diputados: 33 senadores lo avalaron y 27 lo rechazaron. 

En ambos casos hubo tres abstenciones: las de los diputados María José Bongiorno (FPV - Río Negro); Fabio Biancalari (Frente Justicialista - Chaco); y Graciela Di Perna (Frente por la Integración - Chubut). 

Los senadores del Peronismo Federal Carlos Reutemann, Adolfo Rodríguez Saá y Juan Carlos Romero se retiraron del Senado entre ambas votaciones. 

Repercusiones:

Tras aprobarse a las 4.05 el proyecto que tenía media sanción de Diputados, el jefe de la bancada oficialista, Miguel Angel Pichetto, se mostró satisfecho con el resultado y expresó: "Es un paso muy significativo en el camino de la igualdad". 

Sobre el debate, que por momentos se tornó acalorado, Pichetto dijo que: "Pudo haber habido algunas discusiones con un tono más elevado pero eso forma parte de un Senado que tiene una impronta propia". 

"El Congreso dio un paso muy importante, el rédito no es del Gobierno sino de los sectores que estaban marginados", agregó el senador. 

Por su parte, el senador Eugenio Artaza aseguró que se "ha avanzado muchísimo en igualar derechos de las personas". "Hay que mirar con perspectiva de futuro, tenemos que propiciar la tolerancia y el amor entre la sociedad", añadió el legislador correntino. 

En tanto, Samuel Cabanchik manifestó: "Hemos dado una respuesta a reclamo justo, es un avance en los derechos". 

Un debate encendido:

Los mayores cruces los protagonizaron Pichetto y la senadora de Peronismo Federal Liliana Negre de Alonso, tanto al comienzo, pasado el mediodía de ayer, como al final de la sesión, 13 horas más tarde. 

La sesión comenzó, ayer, con un fuerte cruce entre el oficialismo y la oposición por la anulación del dictamen propuesto la semana pasada por el arco no kirchnerista en la Comisión de Legislación General que impulsaba la unión civil. 

"Quiero plantear una cuestión de privilegio en contra suyo presidente y en contra del secretario parlamentario Estrada", planteó la senadora Liliana Negre de Alonso al presidente provisional del Senado, José Pampuro (por la ausencia de Julio Cobos). 

Tras cuestionar a Pampuro por impugnar el dictamen y calificarlo de "tramposo", advirtió: "Esto lo llevó a las últimas consecuencias porque usted ha violado la Constitución. Usted no debe realizar ese tipo de actos. Si usted no es abogado, debe pedir asesoramiento". 

El titular del bloque kirchnerista, Miguel Pichetto, fue el encargado de responderle a la senadora, que impulsó la firma del dictamen sobre unión civil. "Pido una cuestión de privilegio contra la senadora Liliana Negre por violentar el reglamento y la historia de este Senado y del Congreso. Este proyecto que ha venido en revisión, nunca podía ser dejado de lado", lanzó. 

Finalmente, el último discurso también estuvo cargado de tensión. Una nueva polémica surgió cuando Pichetto declaró que la "objeción de conciencia" impulsada por Negre de Alonso es una medida "próxima a la Alemania nazi". 

La senadora peronista, alterada, contestó a los gritos dado que Pampuro, a pedido de Pichetto, no le dio la palabra. 

Apenas el legislador finalizó su discurso, la peronista exigió la rectificación del kirchnerista. El cruce terminó con el llanto de Negre de Alonso. 

José Pampuro al frente de la sesión ante la ausencia de Julio Cobos.

Los últimos discursos: 

Pasada la 1, cuando sólo restaban los discursos de los jefes de bloque, los senadores volvieron al recinto para escuchar los últimos discursos y prepararse para emitir sus votos. Recién entonces volvió a encenderse la palabra "quórum" en el tablero, tras varias horas de movimiento. 

El titular del bloque socialista, Rubén Giustiniani, adelantó su "voto positivo" al proyecto de matrimonio gay. "Es un día histórico", afirmó. "Se recordará este día como un hecho positivo de un Congreso que decidió darle derechos a quien hoy no los tienen, avanzar sobre la discriminación", dijo. 

Además, sostuvo: "No es una ley que va a tener un rédito político inmediato para nadie. Si miramos con perspectiva histórica vamos a ver que las grandes leyes de la historia argentina no tienen nombre y apellido". 

Luego, el titular de la UCR, Ernesto Sanz, también manifestó su aval a la iniciativa aprobada en Diputados. "Mi obligación es legislar para un estado laico otorgando derechos civiles a quienes no lo tienen. Ese es nuestro desafío", aseguró. 

En la misma línea, el jefe del bloque en la Cámara alta, Gerardo Morales, manifestó su voto a favor de la iniciativa. 

A su turno, el titular del bloque PJ Federal, Adolfo Rodríguez Saá, expresó: "Voy a sostener la posición que elaboró el Peronismo Federal de optar por el camino de la unión civil". "Con la unión civil hubiéramos encontrado un camino de consenso contra los fundamentalistas que quieren dividir", dijo. 

Además, el puntano opinó que no se sesionó "en una situación habitual" porque había "una presión externa", aunque no tardó en aclarar: "Yo no recibo directivas de nadie".

El último discurso estuvo a cargo de Pichetto, quien, además de manifestar su anticipado voto a favor del matrimonio gay, propinó duras críticas al cardenal Jorge Bergoglio. "Es la Iglesia argentina la que ha llevado a extremos este debate", afirmó, en respuesta a quienes criticaron a la Casa Rosada y la Iglesia por polarizar el debate.  

"Nunca pusimos este debate en posición de todo o nada", manifestó, en defensa del oficialismo.

Fuente: LaNacion.Com/Fotos: Reuters/Maxie Amena La Nación.

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