Sunday, May 30, 2010

DENNIS HOPPER

El intérprete y director falleció ayer a los 74 años

Fue un actor talentoso y difícil de manejar.
Quedará identificado para siempre con el espíritu rebelde de  Busco mi destino ( Easy Rider ).


LOS ANGELES (AP).- El actor y director Dennis Hopper, protagonista de Busco mi destino , falleció ayer en su casa de Venice, California, a los 74 años, tras pelear contra un cáncer de próstata. 

* * *  
Por esas ironías del destino, el hombre que representó quizá mejor que ninguna otra figura de Hollywood el espíritu rebelde, contracultural y rupturista de los años 60 terminó sus días enfrentado en una furibunda pelea con su quinta y última esposa, Victoria Duffy, con mucho dinero de por medio.

A fines de enero, Hopper le pidió el divorcio mientras peleaba en un hospital contra un avanzado cuadro de cáncer de próstata, diagnóstico que recibió en 2002 y sólo quiso revelar al público a fines de 2009. Pero Duffy - madre de uno de los cuatro hijos de Hopper, todos de diferentes matrimonios - respondió a ese pedido reclamando para ella un seguro de vida de un millón de dólares. 

Referirse a Dennis Hopper a partir de cifras de esa magnitud podía resultar un flagrante contrasentido cuatro décadas atrás. 


Fue en 1969 cuando alcanzó con Busco mi destino ( Easy Rider ) la cumbre expresiva del espíritu inconformista y provocador que se respiraba en buena parte del ambiente cultural de Hollywood. 

En ese largo viaje en motocicleta por las rutas norteamericanas, fruto de una activa colaboración con su contemporáneo Peter Fonda, actor y personaje se fundían en una búsqueda que seguía algunas de las líneas centrales del movimiento hippie: experimentación con drogas, libertad sexual, cuestionamientos al poder. 

Ese espíritu contestatario al que no le faltaron paradojas - Busco mi destino fue un extraordinario éxito de taquilla - cambió para siempre el perfil de Hollywood. Gracias, en buena medida, a esa travesía fílmica, quedó definitivamente atrás un modelo de producción apoyado en los estudios que el propio Hopper conocía bien. Allí empezó como actor en los años 50, con Johnny Guitar y dos films ( Gigante y Rebelde sin causa ) junto a su amigo James Dean, cuya trágica muerte lo afectó profundamente. 

Con fama de tipo iracundo y difícil de manejar, a Hopper no le costó inclinarse progresivamente hacia los papeles de villano, perfil que consolidaría durante los años 90 en varias superproducciones ( Máxima velocidad , Waterworld ) de un Hollywood bien distinto del que ayudó a modificar a fines de la década del 60. Esa etapa de renovada popularidad para Hopper llegó después de los años 80, la década de sus mejores papeles en el cine. 

Se lució como nunca en Terciopelo azul , de David Lynch, y en La ley de la calle , de Francis Ford Coppola, con quien ya había compartido los trastornos del rodaje de Apocalypse Now , donde hizo de un enajenado fotógrafo que también parecía una extensión de sí mismo. 

Al fin y al cabo, Dennis Lee Hopper - con cuyo nombre nació el 17 de mayo de 1936 en Dodge City, Kansas - siempre eligió la franqueza, la desmesura y cierto espíritu cargado de contradicciones para llevar adelante su carrera artística. 

Luego de Busco mi destino , con libertad y recursos para hacer lo que quisiera, emprendió en Perú un ambicioso proyecto ( The Last Movie ) que culminó de la manera más catastrófica: la película, experimental al extremo, resultó ininteligible y arruinó por un buen tiempo las perspectivas de la carrera de Hopper como director. 

Más adelante realizaría mayormente films por encargo con resultados dispares: de los atendibles relatos policiales Colors y Zona caliente (con una deslumbrante Jennifer Connelly) a la impresentable sátira Misión explosiva .

Una vida agitada 

Enfrentó serios vaivenes artísticos y personales durante varios años. Tardó en recuperarse de las secuelas de un fugaz y accidentado matrimonio con la bella actriz Michelle Phillips, que duró siete días y culminó en denuncias de maltrato por parte de la mujer. 

Pero en los últimos años logró estabilizarse sin perder la creatividad - su talento como fotógrafo, pintor y coleccionista de arte moderno era indiscutible - y orientando su trabajo hacia espacios más previsibles. Así, se convirtió en un confiable actor de reparto en el cine y la TV, donde protagonizó las series E-Ring y Crash , esta última inspirada en Vidas cruzadas, film ganador del Oscar.  

Trabajó más que nunca en los últimos años (decía que era para sostener económicamente a sus dispersos hijos) y semejante exigencia debe haber afectado mucho más su salud, porque buena parte de esa hiperactividad final se produjo en su caso luego de contraer el mal que terminó venciéndolo. 

Fue la última batalla de una figura de culto, que siempre hizo gala de un espíritu indómito e inquieto. 

Seguramente, ese afán por moverse siempre sin ataduras le permitió afirmarse y ganar un lugar de privilegio en Hollywood, incluso con sus contradicciones a flor de piel. No se conoció otra figura de tanta exposición contestataria en los agitados años 70 que se haya convertido, como él, en un confeso admirador del Partido Republicano y, en especial, de su antiguo colega Ronald Reagan.

Por Marcelo Stiletano.

HITOS FILMICOS

  • Rebelde sin causa (1959): Hopper tenía 19 años cuando participó del último film de su amigo James Dean, que murió un mes después del estreno.

  • Busco mi destino (1968): Fue director, protagonista y coguionista del film que marcó a toda una generación. Con Peter Fonda y Jack Nicholson.

  • El amigo americano (1977): Hopper es un marchand que induce a un hombre moribundo (Bruno Ganz) a cometer un crimen.

  • Apocalypse Now (1979): se suma a la visión de Francis Ford Coppola sobre Vietnam como un enajenado fotógrafo.

  • Terciopelo azul (1986): Frank Booth, el psicópata asesino que recurre a una máscara de gas, es el gran papel de Hopper como actor.

  • Máxima velocidad (1994): se consolida como un gran villano del Hollywood de alto impacto de los 90, enfrentando a Sandra Bullock. 
Fuentes: AP/lanacion.com/Fotos:EFE

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