Friday, October 29, 2010

"No somos un grupo fashion, siempre seremos coyitas"

Entrevista: Los salteños Fueron a tocar a España y a Inglaterra, donde Carlos Tevez les hizo de anfitrión. Cuentan que allá les costó menos que conquistar Buenos Aires. Hoy y mañana cantan en el Gran Rex.


Apenas pisaron Londres como quien acaricia suelo lunar, cuatro salteños divisaron los colmillos vampirescos de un compatriota. Era la sonrisa desmesurada del “Apache” Carlos Tevez, que intuía que sus paisanos aterrizarían con sueños de conquista europea. Si el ídolo del Manchester City pudo imponer a su grupo de cumbia Piolavago en el país de la puntualidad y la pulcritud, por qué no poder exportar las zambas y chacareras de Los Nocheros. “La primera vez que nos presentamos en Buenos Aires había menos gente que en Inglaterra. Capital Federal nos fue más difícil que Europa”, concuerdan.

Sentados en un restaurante de sushi palermitano, enclavado en las entrañas de un territorio de snobs, la agrupación que hace bandera de lo autóctono, desentona un poco con esa geografía minimalista y de vecinos que ostentan minicoopers y horas de lectura de Osho. Sin manuales de diplomacia ni de comportamiento cool, reciben a Clarín con mucho para decir. Luego de cantar también en Palma de Mallorca, Madrid y Barcelona, repetirán hoy y mañana en el Gran Rex.

La promoción de los recitales no escatimó en presentaciones en TV y radio. El rally propagandístico abarcó desde el living de Susana Giménez a la mesa de Mirtha Legrand, con escala en el ciclo radial de Roberto Pettinato, en La 100. “Somos privilegiados, los programas más top nos abren las puertas”, admite Rubén Ehizaguirre. La teoría, entonces, de que la popularidad resta prestigio, no les calza.

“Ese verso del prestigio sin popularidad lo inventó un músico al que le fue mal”, bromea Kike Teruel, mientras Mario Teruel masca hojas de coca como quien machaca un chicle. “Eso lo estableció el periodismo especializado. Nunca me olvido: un músico amigo estaba envenenado, porque tocó en un lugar chiquito y hablaron de que Dios había bajado a la tierra a hacer música. Al tiempo, por el mismo show en el Coliseo, lo defenestraron. Como si fuera mala palabra la masa”, reflexiona.

Hay que imaginarlos caminando por las callecitas londinenses, poco más de un mes atrás. En un “inglés salteño”, aturdidos por el no apunamiento, el grupo del título noctámbulo nombró a Alvaro Teruel, el más joven del cuarteto, como traductor oficial. “El habla perfecto el idioma. Nosotros chapuceamos”, admite Ehizaguirre. Además de cantar para unas 400 personas, fueron los invitados de honor al palco de Tevez, “un verdadero departamento”. Y detallan: “Apache nos puso a disposición a dos chicos de la banda que nos hicieron de guía”.

Cuesta imaginar un público en Europa que escuche el género que hacen. ¿Qué tipo de público fue a verlos?

Kike: Absolutamente latino. Hubo bolivianos, ecuatorianos, argentinos de todos lados.

Alvaro: Muchos fueron para hacer patria. Algunos no cantaban, no nos conocían tanto, pero sus caras decían todo: eran argentinos que necesitaban cercanía.

Kike: La música popular es como tracción a sangre. Como una carreta: vas por los pueblos, despacito. Lo mismo hemos hecho en Buenos Aires. Cuando llegamos acá, Buenos Aires era un partido a ganar. 

¿Es imposible imponerse a un público no latino con el folclore?

Kike: No.

Europa no nos va a costar más que Buenos Aires. ¿Sabés qué pasa? Hoy no hay medios de comunicación folclóricos en Capital Federal. No estoy llorando, pero sé que el folclore no gusta.

¿Por qué?

Kike: El porteño sigue mirando al interior de reojo. Los unitarios y los federales no se terminaron. A mí eso no me jode, cada uno vive como puede. Son reglas del juego. Nosotros somos unos músicos privilegiados, gracias a Dios nos aceptan como al Chaqueño Palavecino, a la Sole. Y a los medios le gustamos. Pero a los chicos del interior les cuesta horrores. Es una cuestión netamente de vivencia, de lugar. 

Mario: Los medios top sienten que el folclore los tira abajo... 

Desde siempre en la Argentina existió esa noción de que todo lo que pasa por Europa se legitima. La idea de Sarmiento del prestigio europeo por sobre lo nativo. Tras su vuelta, ¿ustedes lo sintieron así?

Kike: Está bueno lo que decís porque es así, no hay que negarlo. Nosotros no lo sentimos pero sí nos lo hicieron sentir. Nos había pasado ya en Salta: cantábamos en las peñas y teníamos que pilotearla. Pero cuando vinimos a Buenos Aires, en Salta fue como si hubiéramos cambiado la chapa. Te dan título de licenciado.

Mario : Yo creo que es cierto, que para la gente y para parte del periodismo cambió la mirada porque estuvimos en Europa. Para nosotros, no.

Rubén : ¿Sabés cómo lo tomo yo? Como que hicimos docencia para la gente de allá. No me quita el sueño hacer carrera allá. Fue como una cuestión de enseñar que en esta parte del mundo hay un tipo de música más allá del tango. Y nosotros se la mostramos. 

¿A esta altura se consideran uno de los grupos folclóricos que mejor supo utilizar las herramientas del marketing?

Kike: Vos al marketing lo podés utilizar antes que nada si tenés canción. Y sí, reconocemos que hemos sido muy creativos, hemos hecho lo imposible para que nos conozcan: hemos hecho lindos videos, hemos traído a Norma Aleandro, a Alfredo Alcón. Trajimos gente y cosas que hicieran más atractiva nuestra música visualmente. Pero es como cuando comprás una marca de ropa. Si no te queda, no la comprás. Tan simple como eso. Hay grupos folclóricos que reniegan de ese procedimiento nuestro. Como si usar el marketing fuera un pecado. 

Mario: Nosotros siempre estuvimos pendiente de la canción. Si usamos recursos de marketing es porque las canciones eran garantía. 

¿Ustedes se consideran o creen ser considerados como un grupo de folclore “fashion”?

Kike: ¡Nada que ver! No somos un grupo fashion, siempre seremos coyitas. (Se ríe). Usamos las estructuras y las fórmulas que usa todo el mundo. Todos los recursos al servicio del folclore.

¿Cómo notaron la mirada del inglés hacia el argentino? ¿Sigue pronunciada esa postura de mirarnos como tercermundistas?

Kike: Absolutamente.

Mario: El inglés mira a todo el mundo así. Ellos quizá no inventaron muchas cosas, pero las impusieron y el mundo las toma. A España ya habíamos ido y nos sentimos más en casa. Hemos conocido la Europa del euro y ahora vimos una Europa afligida. 

Alvaro: Admiramos Europa pero volvemos a la Argentina y agradecemos los que somos y la forma de vida tan distinta que llevamos.

¿Después de dos décadas juntos, la convivencia día a día es un logro? Kike: Ahora no estamos en momentos complicados.. Eso fue hace cinco años... La complicación ya se fue..

Después de la declaración explosiva que uno intuye en alusión al ex Nochero Jorge Rojas, el grupo baja los decibeles y cambia de página. Que Boca Juniors, que el aguante incondicional al entrenador Borghi, que la temporada de verano como “cantactores”, que la participación de Kike en Talento argentino 3 , por Telefe. “Es un ciclo que no da lugar al escándalo. Si hasta lo hacemos con chicos de la calle”, cuenta él. “El otro día recibimos a chicos que roban luz para poder ensayar. Gente que labura y no tiene tiempo para lío”. 

Ahora, aunque tanto el grabador como ellos aparenten agotados, leen en voz alta la carta de una fan que aconseja, con visión para la expansión, que exploten más la tecnología, que se atrevan al Twitter, a Facebook y a cuanta aplicación que no permita “quedarse en el tiempo”. Folcloristas modernos, admiten que van a repensar el tema en pos de seguir atrapando oídos. “Nos hemos amoldado a la tecnología y a la estética, hemos sido precursores aún cuando nos cuestionaban. Tampoco hemos descubierto América, pero sentimos que fuimos pioneros en muchas cosas del género, aunque parecíamos raros”, rememora Kike.

Con más de 3,5 millones de discos vendidos, ocho premios Gardel consecutivos, 350 nombramientos de huéspedes de honor en ciudades argentinas y presencia en unos 1.200 festivales, los cuatro de Salta sienten que no son las cifras, ni las ventas, ni los discos por parir los que terminará reconociéndolos.  

“El reconocimiento va a llegar con el tiempo. Primero decían que eramos marketineros, después románticos, después no sé qué. Llegará un día en que digan qué bien que cantan. ¿Cuándo? Cuando ya no estemos en un escenario”.

Por  Marina Zucchi 

Fuente: Clarín.Com
Foto: Archivo.

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