Friday, October 1, 2010

El arte de la sonrisa

Entrevista: Daniela Mércury Presenta "Canibália", su nuevo disco. La pasión por el arte y la cultura como arma de cambio. 


Las piernas bahianas de Daniela Mercury atraviesan la 9 de Julio robando suspiros, piropos y bocinazos. Todos son agradecidos con una sonrisa franca. Asoma a primera impresión el espíritu de una mujer amable, inquieta, enérgica y comprometida con su lugar en el mundo. Su alma mantiene la esencia de la niña que fue, la que baila desde que puede recordar. "Canto para poder bailar, me gusta dialogar con ritmo", dirá luego. La artista bahiana llegó a nuestro país para presentar su nuevo trabajo, "Canibália", un homenaje al movimiento modernista brasileño lleno de samba y con una apuesta musical que se atreve a la mixtura de géneros y que derrama energía en cada nota. 

Reina del movimiento y enamorada de su tierra y la cultura afro. No es casualidad que el funk venga detrás del samba en su lista de géneros predilectos. Al componer es amplia y no le teme a la electrónica en su exploración sonora. "Swing y alma", son las palabras clave. Ahí, en el alma, entra su amor por el tango, el fado y los boleros, junto a su vocación por la escritura y su capacidad de recitar de memoria mil poesías y letras de canciones.

Y actitud le sobra. Va al frente. No tembló cuando tuvo que cantar y bailar para 600 mil personas. "Es una gran responsabilidad, una intensa alegría y euforia. Son como shows de rock and roll, todo sale para afuera. Muy visceral", anticipa en la previa de sus shows aquí.

El eje temático de este trabajo es la antropofagia del movimiento Modernista brasileño -surgido luego de la Primera Guerra Mundial- y encabezado por el Grupo de Cinco: José Oswald de Andrade Souza, Mario de Andrade, Anita Malfatti, Tarsila hace a Amaral y Menotti del Picchia. Artistas multidisciplinarios que encontraban en la canibalización de múltiples culturas la fortaleza de Brasil.

¿Qué tomaste de la esencia del canibalismo del Modernismo?

Yo, como bahiana, absorbo todo, mezclo todo y lo defiendo intelectualmente. La apertura es esencial para el ser humano. La falta de preconceptos. Aceptar la riqueza de la diversidad es una característica de mi pueblo.

Nuestra cultura tanguera y folclórica envidia su alegría. Sin embargo, una de tus canciones dice: "Para hacer un samba con belleza, es preciso un bocado de tristeza"...

Es un texto de Vinícius de Moraes. La verdad es que nuestra música, la música negra, está impregnada de lamento. La cultura africana nos salva, ellos aceptan la muerte y los nacimientos como parte de un ciclo natural. Cantan, celebran y festejan en todos los momentos de su vida independientemente de sus sentimientos. Yo siempre fui una persona muy sensible con el mundo y el arte, desde pequeña. Me veo cantando canciones de Ellis Regina con lágrimas en los ojos. Necesitaba la danza y el ritmo para sacar afuera ese fuego. Alegría y tristeza se complementan. El arte es una traducción de algo indescifrable, la eternidad del alma. Yo no sé ser de otra forma. Desde pequeños era costumbre en mi casa, que siempre estaba abierta, dar de comer o atender a quien llegaba. Mi madre era asistente social y ese testimonio de vida fue para mí más fuerte que cualquier palabra.

¿Cómo se plasma eso hoy en tu vida cotidiana?

Trabajando con Unicef, con el Instituto Ayrton Senna, Instituto Sol da Liberdade y otras iniciativas. El arte es la esencia de la libertad, y nosotros somos hijos de ella, los artistas. El mío es un grito, un llamado de atención para tener coraje y esperanza. Para volver a ver las flores como si fuese el último día de nuestra vida. Para eso, la alegría es fundamental, es el alimento de la lucha. Eso es lo que aprendí de mi pueblo, que responde al dolor con arte y es digno de ser feliz.

El argentino más bahiano

El percusionista argentino Ramiro Musotto, que se instaló en Bahía cuando tenía apenas 18 años y vivió allí hasta su muerte el año pasado, fue una pieza clave en el trabajo de Daniela Mercury. Figura en el disco tocando el berimbau, la percusión, la programación y la producción musical. Fue uno de los criollos que mejor supo leer la cultura de Bahía con su espíritu libre e innovador. A él, entre otros pocos, la cantante le dedica Canibália. Fue el principal impulsor de la flexibilidad musical de Mercury. En el país de los tambores, él se dio el gusto de trabajar con Caetano Veloso, Marisa Monte, Gilberto Gil, Paralamas y Lenine. "Fue todo para mí. Mi obra no sería lo que fue sin él. Se apasionó por Bahía. Siendo argentino, logró traducir nuestra esencia y nuestra música como nadie", lo recuerda ella emocionada.


Fuente: Clarin.Com
Foto: Archivo.

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