Los hermanos Lucas y Ezequiel Cutaia celebraron los diez años de su local.
Mientras los músicos de la ciudad de Buenos Aires le hacen frente a la postergada reglamentación de la ley para la actividad musical a las puertas de la legislatura porteña, y continúa la polémica problemática en torno a las clausuras de bares y boliches por habilitaciones demoradas, los hermanos Lucas y Ezequiel Cutaia no deben ni pueden dejar de celebrar los primeros diez años de existencia del "Thelonious Club", del que son orgullosos dueños.
Por tan justificada razón, todo este mes han hecho hincapié en una selectiva programación para que el club, sus empleados, sus clientes y sus habitúes celebren estos diez años junto al vinculo tan fuerte que el lugar tiene con sus amigos, los músicos. Para lo que resta del mes todavía quedan las actuaciones de Artistry Big Band (hoy), La banda del Gato Pérez (mañana), Escalandrum (pasado mañana), Brote (el miércoles) y Ernesto Jodos con su grupo (el jueves).
Los hermanos Cutaia, ambos músicos e hijos de músicos, idearon allá por el 2000 un tipo de club que en ese entonces Buenos Aires no tenía. Pensaron un lugar donde se pudieran escuchar bandas de jazz de primer nivel de lunes a domingo, un lugar ajeno a la formalidad y que no se relacionara directamente con el turismo. Un espacio que funcionara para los músicos, como primer eslabón en sus carreras de shows en vivo.
Así nació Thelonious, de la inspiración surgida en viajes que Lucas y Ezequiel Cutaia hicieron a Europa y Estados Unidos durante 1999, y con el apoyo incondicional de su padre, el músico Carlos Cutaia (integrante de bandas como Pescado Rabiosos y La Máquina de Hacer Pájaros).
Por Andrea Knight
Fuente: LaNacion.Com
Foto: Archivo
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