Saturday, September 11, 2010

"Estoy tratando de tener una vida tranquila"

El ex Genesis, que editará este martes un CD en homenaje a Motown, confiesa que está cansado de las exigencias de la fama.


GINEBRA.- Cuando bailaba la música de Phil Collins, el famosísimo baterista de Genesis y uno de los grandes ídolos del pop-rock en los años noventa, jamás hubiera imaginado que un día llegaría a hablar con él, cara a cara. 

Fue esto lo primero que le dije a Phil Collins cuando lo tuve frente a mí, en una suite del elegantísimo hotel Beau Rivage de esta ciudad, para hacerle una entrevista en ocasión de la salida de "Going Back" , su último CD después de ocho años de silencio de radio. 

Si bien todo indicaba que el diálogo -a solas, que finalmente duró más de media hora-, iba a girar en torno de este álbum que reúne diversos covers de Motown (la histórica marca discográfica especializada en rhythm and blues y soul), la charla, muy distendida, se disparó hacia muchísimos otros temas, algunos personales. Y Phil Collins -59 años, tres ex esposas, cuatro hijos, una novia en Nueva York-, se mostró muy humilde y accesible. 

Una persona que, pese a la fama y a haber vendido a lo largo de su carrera 100 millones de discos (cifra que se dispara a 250 millones si se suma su trabajo con Genesis), pretende seguir siendo "normal" y vivir una vida tranquila. 

Una persona que dice que se retiró para siempre de los escenarios para ver crecer a sus dos hijos más pequeños, pero que ama la música y, en el fondo, no descarta en un futuro lejano volver a las tablas.

  

-¿Está cansado de dar entrevistas? ¿No es una pesadilla...? 

-La verdad, un poco. Hacer música es divertido, pero todo el resto, a veces, no es tan divertido... Por eso yo dejé de trabajar, terminé, me jubilé. Pero hice Going Back porque me divertía mucho la idea de hacer un disco Motown. Es cierto, pareciera que no me retiré, pero la verdad es que sí me retiré porque tengo a mis hijos de 9 y 5 años en casa, y decidí que ahora quiero tener una vida normal. Sin pasar demasiado tiempo afuera, lejos de mis afectos. 

-Es la primera vez en su carrera solista que toca música que no compuso usted mismo, sino Stevie Wonder, Martha and The Vandellas, The Temptations y otros mitos de la época... 

-Siempre quise hacerlo y ahora he encontrado la oportunidad. Fue un placer tocar las canciones con las que crecí: yo era un teenager en esa época. Aunque es cierto que hay algo de nostalgia... 

-¿Pero usted sigue escribiendo música? 

-¿Sabe qué? La noche pasada fui a mi estudio y era algo que no hacía desde hace tiempo... Y toqué música que escribí recientemente. Sí, tengo algo. Pero no son cosas para un disco, son para mí, para divertirme, para satisfacer el costado creativo, para mis hijos, para mis amigos. Quizá para la gente es extraño que uno escriba canciones que le gustan y no las saque en un disco, pero el motivo es que cuando uno saca un disco, tiene que hacer un montón de otras cosas. 

-¿Su aversión a todo eso es consecuencia de una carrera "demasiado" exitosa? 

-Sí, porque lo he hecho toda mi vida, siento que ahora, si no tengo ganas, no lo hago. La verdad es que ha sido muy complicado: yo amo la música, amo escribir canciones, voy a seguir haciéndolo, lo que no quiero decir es que después de éste voy a hacer otro disco... 

-El problema de oído que tiene tuvo que ver con su decisión... 

-Bueno, no, porque el problema del oído es del año 2000. Pero yo también tengo otro problema, que son mis manos. Tuve una operación [para tocar la batería en Going Back se tuvo que poner cinta adhesiva] y estoy esperando el resultado, que puede tardar quizás un año. 

-Debe de ser duro para un baterista no poder tocar la batería...


-Pero es aún peor en la vida verdadera: por ejemplo, no puedo cortar pan. Y en este momento de mi vida, para mí, es más importante cortar pan... 

-¿Qué piensa de la actual crisis de las discográficas debido a Internet y a la caída de venta de los discos? 

-El problema comenzó con los CD. Porque con los CD uno tiene toda la música en un lado. Y creo que "el arte" de hacer un disco de dos lados significaba tener un buen principio y un buen final de un lado y otro buen principio y otro buen final del otro; las canciones tenían que ser fuertes. Ahora, con los CD, quizá las primeras tres canciones pueden ser muy buenas, pero el resto, menos. Por eso la gente baja las canciones que le gustan de Internet, pagando o no. 

-¿Cómo se lleva con el mundo de Internet, los celulares, Facebook y ese tipo de cosas? 

-Siempre me llegan invitaciones para sumarme a Facebook o MySpace, pero yo evito todo eso. O Twitter, que probé hace poco... Pero ¿a quién corno le importa saber que acabo de almorzar o si estoy haciendo una entrevista? ¿A quién le interesa? Creo que todo esto está sacándole los fundamentos a muchas cosas; al negocio de la música, obviamente, pero también a la escritura, y al hecho de que hoy todo el mundo quiere ver su opinión a la vista, en el ciberespacio. Por supuesto, todos tenemos opiniones... Creo que hay un lado de Internet que es fantástico, pero hay diez lados, o más, que son malos. 

-¿Cómo es ser Phil Collins? ¿Es duro salir a la calle y que todos lo reconozcan? 

-[Risas] No, eso no es malo. Si la gente me para y saluda es porque le gusta lo que hago y eso es bueno para un artista. Por eso yo no tengo problemas con la gente que me pide autógrafos o quiere una foto, porque para mí eso es muy halagador. No estoy de acuerdo con los artistas que dicen que todo eso es duro. Lo que a veces me molesta es que inventen cosas sobre mí, que escriba cosas que no son verdad. No hablo de discos, sino de cosas personales, de la vida privada. 

-Usted se refiere a sus tres matrimonios fallidos...

-Sí, a veces alguien dice algo y esto pasa a otra persona distorsionado, y así sucesivamente... Por esto también decidí dejar de trabajar. Ya no entiendo el negocio de la música, aunque sigo amando la música. 

-Entonces, ¿cómo se lleva con la fama? 

-Me llevo. Siento que tengo mucha suerte de tener fama porque me da la oportunidad de hacer las cosas que quiero hacer. Pero [silencio] pienso que si hubiera un guión con mi historia, ahora tacharía mi nombre. Esto es lo que siento. Sí, estoy contento y orgulloso por todo lo que hice, pero ahora hay otras cosas que quiero hacer. Algunas veces la fama me permite hacerlas; otras, no. No me estoy quejando, estoy tratando de tener una vida tranquila.

Por Elisabetta Piqué Enviada especial.

Fuente: LaNacion.Com/Foto: Archivo/Video: YouTube.   

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