Sunday, September 26, 2010

“La admiración es mutua”

Alejandro Lerner y Armando Manzanero Hoy se presentan juntos, a dos pianos y a dos voces, en el Luna Park.


A pesar del cansancio por el jet lag , el sueño, el hambre y la alergia primaveral, Armando Manzanero es un auténtico caballero. Está en Buenos Aires para actuar junto a su amigo Alejandro Lerner en el show, "A 2 pianos", esta noche en el Luna Park.

¿Cómo surgió la idea de tocar juntos en un espectáculo

Manzanero: Hace mucho tiempo. Lo hemos hablado durante muchos almuerzos, desayunos, aviones, y no se daba por las agendas. Cada quien tiene tanto que hacer y esto hay que hacerlo con amor; de otra forma, no se puede.

Lerner: La primera vez que yo recibí un mensaje de Armando fue hace casi 20 años, mientras estaba en un programa de tele, en vivo. Yo había tocado el tema "No hace falta que lo digas" y él me dio su venia. A partir de ahí, tuvimos muchos encuentros familiares y artísticos, él me invitó a participar de varios discos suyos, de algunos shows y hace poco tuve el honor de participar en un homenaje que le hizo la Sociedad de Compositores de los Estados Unidos. Ahí tocamos juntos "Voy a apagar la luz".

Manzanero: Nuestra amistad va más allá de la actuación, hay una admiración mutua. No es casual que dos personas que componen con el corazón se junten a tocar.

La calidez de Manzanero contagia a los demás. Lerner lo mira con ternura, lo trata de maestro y lo cuida. Todo se da a un ritmo acompasado, sin prisa y con ritmo como alguna de las partituras del gran compositor mexicano.

Lerner: Yo vengo de la cultura del rock argentino y lo tengo a Armando como un referente de carrera, es un faro. Su repertorio es tan joven y vigente; cada vez que alguien quiere una buena canción recurre a él. Eso a mí me enseñó mucho, ves cómo sus temas traspasan las generaciones. Es un ejemplo porque uno no sólo quiere vivir de la música, también quiere morir con la música.

¿Cuándo fue la primera vez que escuchaste una canción de Armando Manzanero

Lerner: Hay canciones que nacen con las moléculas de uno, las conocés aunque nunca las hayas escuchado, son parte de la biología de la humanidad. Yo empecé a reconocer las canciones de él y luego encontré al hombre. Los primeros temas que escuché tuvieron como un efecto mágico: "Te extraño", "Esta tarde vi llover", son canciones profundas y distintas y demuestran su capacidad estética y creativa.

Manzanero: En mi caso, cuando oí "No hace falta...", con esa canción me demostró que los jóvenes pueden ser rockeros y también baladistas y hacer las cosas con calidad. Y ahí fui a buscarlo enseguida, le llamo para ver si me puede acompañar a hacer "El día que me quieras", de Gardel, que es un referente mutuo. Después vine a la Argentina a grabar en su estudio El Pie. En este negocio no tengo humor para hacer algo con quien no admirara.

Lerner: Afinás o no, encontrás el acorde con el otro, o no.

Manzanero: Para que dos se puedan juntar en el escenario es porque no existen esas pendejadas de si yo abro, si canto mas que tú. Lo que está primero es la música. 

Lerner: Para mí, tener un espacio junto a él es pura celebración: estoy tocando con alquien que admiro y quiero profundamente. No es fácil encontrar a alguien como Armando que no para de componer. Y se moderniza constantemente.

¿Cómo eligieron el repertorio

Manzanero: No elegimos, cantamos todo, dejamos que fluya. El descanso es en el escenario, es donde uno realmente se relaja. La mujer que esté casada con nosotros tiene que saber que ni diez mujeres reinas de belleza son mayor competencia que un momento en el escenario.

Lerner: Ahí está toda nuestra pasión y adrenalina, no hay edad, ni tiempo. Si no, uno no seguiría, éste es el juego que nos gusta jugar.

Con una elegancia y picardía muy típicas, Manzanero comenta las ganas que tiene de disfrutar de un asado. "La ilusión de ir a comer está cada vez más cerca". En él, todo suena como una canción. Lerner recuerda que Elvis Presley, Frank Sinatra, Bill Evans, Nat King Cole y Tony Bennett, entre muchos otros, grabaron temas de Manzanero. "Para mí, él es una bendición, un incentivo para seguir estudiando y aprendiendo. Además, como artistas no podemos ser más que agradecidos por generar y compartir canciones de amor. Si perdemos eso, perdemos el rumbo".

Antes de seguir su camino, con toda la parsimonia en los gestos y la palabra suave, Manzanero dice: "El compositor nace, se hace más conocedor estudiando, pero el que es compositor le compone a lo que sea. Poder decirle a ese ser maravilloso que dios puso en el mundo que es la mujer, lo que nos hace sentir, creer, lo que realiza en la vida de un señor, es muy bello. Pero si no llegara a existir ese ser, le escribiríamos a las cosas lindas de la vida. Es fácil".


Fuente: Clarin.Com
Foto: Archivo

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