G.I.T. en el Luna Park La banda de Guyot, Iturri y Toth sedujo a un público que quería recordar, con canciones que resisten el paso del tiempo.
POR LA VUELTA EN UN SHOW CON INVITADOS, G.I.T. HIZO VIBRAR AL LUNA PARK.
Se apagan las luces del Luna Park. Parece que el show está por comenzar. La gente se enardece, grita, aplaude. En la cima del telón se enciende una tira de lamparitas de colores, como si de pronto estuviéramos por asistir a una kermés. El velo cae furiosamente.
Allí están Pablo Guyot (guitarra y coros), Willy Iturri (batería y voz) y Alfredo Toth (bajo y voz). Ellos forman "G.I.T" y están de vuelta, tocando "Siempre fuiste mi amor", y arrancando suspiros.
La nostalgia es moneda de cambio. Por allí, sale a la venta un viejo snack de los ochenta. Por aquí, suena la música con la que estos hombres y mujeres se enamoraron en el colegio secundario.
"La calle es su lugar, ella sabe bien", suena a continuación y la melancolía se duplica.
Al fondo del escenario se dibujan tres pantallas. Una tiene forma de stop. Otra, de pausa. Y la última, de play. Dispersos alrededor, una gran cantidad de spots y proyectores.
Todo se ve muy fresco porque "G.I.T" se ha vestido bien para la ocasión. Y si bien estos temas tienen más de 20 años, todavía no suenan viejos. De alguna forma, el sonido y las canciones han resistido el paso del tiempo.
Willy, de jeans, remera azul y corbata roja, es el que más aliento recibe de parte del público. Desde el comienzo: "¡Aguante Willy!", "¡Sos un groso!" y elogios por el estilo no dejaron de escucharse.
Pero hay una explicación: sigue siendo el más canchero. Es el frontman atrás de la batería, el que se conecta y arenga a la gente: "Muchísimas gracias a todos. Estamos emocionados. Me parece que la última vez que estuvimos acá fue para tocar Piano Bar", comenta, y recuerda aquellos años en los que "G.I.T" también era la banda de Charly García.
Luego siguen con "Acaba de nacer", "No digas nada", "Viento loco", "No lograrán distraerme", "Sombras negras" y "Dos días después".
De alguna manera, a medida que van pasando las canciones, podemos comprender cómo funciona G.I.T. Aparece como una suerte de prisma invertido de los ‘80: recibe al arco iris y lo hace converger en un chorro de luz blanca. Es como si la banda condensara gran parte de la música de aquellos años.
Cuando se la escucha, inmediatamente el oído construye asociaciones y allí resuenan Charly García, Serú Girán, Virus, The Police o U2, por ejemplo.
Más tarde, fue el turno de "Tu nombre", un tema que compusieron recientemente y presentaron en uno de los andenes de la estación de Retiro hace algún tiempo como adelanto sorpresivo de su reunión (también lo hicieron en el Cosquín Rock de este año para ir preparando la vuelta).
El show tuvo como invitados a los mejores alumnos de Toth y Guyot en su rol como productores: "Los Tipitos".
Sí, los cuatro hombres pequeños y Gabriel Pérez tomaron el mic para cantar a siete voces otra nueva canción llamada "Puertas" y también una versión sintetizada de "Demoliendo hoteles", de Charly García.
Y para despedirse y respetar la antigua tradición de los bises, repitieron un tema. Entonces, circularmente dijeron "hasta pronto" y se fugaron con "Siempre fuiste mi amor".
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