Thursday, April 15, 2010

MARÍA ABADI

La nueva de la redacción.

Un perfil de la actriz que encarna a Irina, la hermana periodista de la protagonista de Ciega a citas.


La verdad es que en las redacciones argentinas suele haber chicas como María Abadi: redactoras, diseñadoras, fotógrafas con esa belleza original que tienen las chicas de barrio y de buena familia. Lo que no hay son chicas como Irina, el personaje de María Abadi en Ciega a citas: una chica linda, de barrio y de buena familia, que quiere casarse. "Es verdad, María Abadi no se quiere casar", dice la actriz, de 24 años, abriendo una sonrisa blanca que grita: "Colgate". Irina, en cambio, es la chica que hace todo lo que esperan de ella. "Y lo que esperan de ella es que se case", sigue Abadi. Hace un par de semanas, Irina entró en el diario donde trabaja Lucía (Muriel Santa Ana, su hermana en la ficción y cantante de los contundentes Ambulancia) como redactora del horóscopo. Su llegada al diario de Ciega a citas (lunes a jueves a las 22.30, Canal 7) no pasó desapercibida ni un poco: la primera semana, hizo el amor con su pareja -Julián, o sea Nicolás Mateo- en medio de la redacción, cuando ya no quedaba nadie (en el periodismo de hoy no se pagan las horas extras); y menos de una semana después, ya estaba curtiendo con uno de los motoqueros de la empresa (Santiago, el personaje fugaz de Ezequiel Castaño): "Lo que pasó con Ezequiel fue que los productores sabían que venía sólo por un par de capítulos, porque también está en Botineras [Telefe]. Entonces se ve que quisieron hacerle una buena despedida", se ríe ella, que hace de "la linda" tanto en esta serie como lo hizo hace un par de temporadas atrás en el teatro Broadway, donde desestabilizaba a una pareja veterana compuesta por Claudia Lapacó y Arnaldo André en Los monstruos sagrados. En pleno cierre de este número aniversario, Abadi pasó de visita por la redacción de Rolling Stone. "Yo escribo también, bastante", dijo. "Siempre tengo un cuaderno Exito encima y anoto imágenes. Amo subirme al colectivo y sentarme atrás de todo y pasarme treinta minutos pensando a dónde va un desconocido. Me gusta mucho mirar a la gente. En otros países, eso no está muy bien visto, pero acá todavía se puede". Anoten: toma el 10, el 130 y el 34, su favorito. De nada. Por todo esto es que el trabajo de un periodista joven es tan jodido.

Por Juan Ortelli.

Fuente: Revista Rolling Stone de Argentina / Foto de Lucila Blumencweig.  

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