Tuesday, November 10, 2009

MALO ERES!!!

Bebe

“Necesitaba estar sola”


Fuego español. Bebe viajó por su país para sacar nuevo CD.

 
La autora de “Malo”, ahora es buena. Luego de cinco años de silencio, volvió con Y. Explica por qué desapareció, la necesidad de soledad y su fobia a la fama. Crónica de una chica mala.

Se llamó a silencio durante cinco años. Pero volvió. Bebe, la cantante valenciana que arrasó los charts con su hit “Malo”, lanzó al mercado Y. (léase “y punto”), su nuevo CD. Menos mala pero igual de intransigente, la artista adelantó su trabajo y no se calla nada.
 

–Esperó cinco años para sacar el disco. ¿Por qué?
 

Me hace un mollón de gracia. No esperé cinco años sin hacer nada. Fue porque me he pegado tres años seguidos trabajando con el primero. Me he tomado un año de tranquilidad para tomar perspectiva, para asimilar lo que me pasó, de descanso porque no tuve ni vacaciones, curraba hasta los domingos. Además durante ese tiempo estaba escribiendo todo el rato, y después otro año para hacer el disco. Por lo que no he estado mucho tiempo parada.
 

–¿La discográfica no presionaba?
 

La presión podía estar pero yo no podía ir más rápido, porque no me apetecía, no lo veía viable ni nada. No hubiese hecho el disco que hice. Cada cosa requiere su tiempo. La discográfica no tiene que meterse en mi trabajo porque yo no me meto en el de ellos. Somos dueños de nuestras decisiones. No veo tan difícil decir que no a las cosas. Tiene sus riesgos, pero eso es la vida. También tiene riesgo no decir que no a nada, bastantes más. Por lo menos cuando tomas tú tus decisiones eres la responsable de lo que pueda ocurrir.
 

–¿Dónde nació el disco?
 

He estado por ahí, estuve viajando, recorriendo sitios. La mayoría los conocía, he estado en mi rollo, tranquila y sola, que era lo que yo quería.
 

–¿Y por qué esa búsqueda?
 

Por eso no fui a demasiados sitios, estuve en algunos donde estaba más a gusto. Y dónde más solitaria estaba, era donde me quedaba. Para crear mejor, por algo personal. Para estar bien conmigo misma, para estar tranquila, y después vino lo demás. Cuando me fui no pensaba en crear nada, pensaba en estar tranquila y olvidarme del mundo entero.
 

–¿Con qué España se encontró?
 

Sitios concretos, con gente linda. Y no encontré a nadie, que era lo que yo quería. Gente que me dejaba en paz, que no me reconocía, que no le interesaba quién era yo, y eso me liberaba y me relajaba. Muchos sitios donde estaba sola y me apetecía.
 

–¿Tiene miedo o ganas de que le vuelva a pasar lo mismo?
 

Tengo claro que como ya reventó la bomba en el primer disco, ya no va a volver a pasar. Al principio ocurrió porque estaba la canción de “Malo”, porque era la novedad, pero ahora ya no hay esos factores. Cuando una bomba revienta no vuelve a reventar. Entonces no me he agobiado mucho, aparte yo sabía que este disco era más difícil de escuchar que el otro.
 

–¿Por qué?
 

Porque sí, creo que lo es. Porque aquí no hay malos, hablo de otras cosas, no hablo de nada social, hablo de cosas más interiores, a lo mejor de uno mismo. Me parecía que a lo mejor a la gente ya no le interesara todo eso. Se está vendiendo un montón igual.
 

–¿Cómo fue la evolución de un disco a otro?
 

Yo creo que es la evolución creativa. Musicalmente no suena igual, tenía mucho más claro cómo lo quería hacer. El disco anterior era una selección de canciones que yo ya tenía hechas y cantadas desde hacía cuatro años. En cambio con este me encerré en Cádiz con todo lo que tenía escrito y me puse a releer todo, a volver a componer y a concebir el disco desde el primer momento, como un viaje. Con cosas como sonidos de tierra, mar y viento que estuvieran muy presentes. Es lo que más presente estuvo en mi vida en este tiempo. Hay 13 canciones y la primera es la primera, no puede cambiarse el orden. Tiene ese orden porque el viaje tiene una apertura que es la primera parte y cada canción luego es como un estado anímico; en cada parada que hace, y luego tienes la última que me voy para mi casa ya. Entonces creo que todavía me queda mucho por evolucionar.
 

–La del disco es usted...
 

No creo que haga falta que te lo diga. Da igual, la que escribió soy yo, eso está claro. Lo demás da igual, prefiero que cada uno viva las canciones y punto y cada uno se meta en la piel de cada canción y la viva él.
 

–Con la canción “Malo” llegaba a las mujeres, recibía llamados de organizaciones.
 

Sí y fui a algunas casas también. No es molestia, para nada. Fui a casa de mujeres a verlas y a estar con ellas, es algo que tengo que hacer también. De alguna manera es un trabajo, de esta manera nos damos energía unas a otras, yo se las trasmito a ellas, pero ellas también a mí. No es meterse en temas de política o algo, es algo más de sentimientos y eso siempre está bien y es bueno. Si puedes hacer feliz a alguien, es un traspaso de energía. 

–¿Qué impacto tiene su arte?
 

No busco nada en la gente que me escucha. Creo que es innecesario, como tampoco sea necesario si el que me escucha se plantee si está vivido o no, sino que lo hagan suyas.
 

–Trabajó como actriz en La educación de las hadas, y su labor fue muy destacada.
 

Lo hice a la vez, mientras estaba haciendo conciertos. Cuando me fui de viaje no hice música ni cine, todo lo hice en los mismos años.
 

–En las dos disciplinas recibió nominaciones y premios. ¿Cómo se siente?
 

Todavía he hecho muy pocas cosas como para que ya me estén nominando, pero me siento muy agradecida, por supuesto. Pero creo que en las dos cosas estoy en pañales y tengo bastante que aprender todavía.
 

–¿Elige alguna de las dos?
 

Me encantan ambas porque yo me fui a estudiar a Madrid arte dramático. Pero la música está mucho más metida en mi vida, la tengo desde que era chica en mi casa. La música que hago, haga discos o no, voy a cantarla siempre. La música va a formar parte de mi vida siempre.  

–¿Cómo se sintió cuando vino a la Argentina?
 

Estaba apretada de fama, muy cansada. Todo lo que viví en estos años, no hay mal que por bien no venga. Todo lo que pasó ya lo transformé en positivo y si no hubiera vivido todo lo que viví, no hubiera hecho esto ni me sentiría como me siento ahora. Me siento mucho más fuerte y tranquila en muchas cosas, estoy evolucionando.
 

–Veo que la pasó mal con la fama.
 

Sí, pero ahora he recuperado mi humor y todo, y ya me da todo bastante igual.
 

–¿Qué es lo más difícil de ser famoso?
 

La sobreexposición, porque te conoce hasta Cristo bendito. Y la gente no respeta muchas cosas, porque todo gira en torno a ti, porque tienes muchas responsabilidades, por muchas cosas que no me apetece ni hablar. Me apetece hablar de las cosas buenas, lo malo ya pasó. 

Por Leandro Filozof 

Fuente: Revista Veintitres... Gracias Totales a ellos por el aporte. CGCRecordingSA®

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