Las pasiones inútiles de Mex.
El músico, conductor y humorista se anima a su primera producción teatral, un espectáculo inclasificable que él mismo llama una "especie de obra".
Frío, mucho frío en el Chacarerean. La sala, en penumbras; las sillas, vacías, y las indicaciones de Natalia, la productora, retumban en la sala. Mex Urtizberea está en escena ensayando con su banda y con Marcelo Chirinos como el maestro de ceremonias Américo Dupont. Pasado mañana estrenará Pasión inútil , una buena idea tras la cual se articulan canciones, monólogos, anécdotas y algún que otro sketch.
Pregunta. ¿Qué tienen en común la Muralla china, las pirámides egipcias y los parripollos porteños? Que, según Urtizberea, son todas pasiones inútiles, obras monumentales o pequeñas que no logran el objetivo que las motivó. "Me gustaba el título - cuenta Mex -. En un momento pensé en ponerle al grupo ese nombre y se me ocurrió empezar a tejer historias que tuvieran relación con esas pasiones, con el amor y con lo inútil de todos los emprendimientos que uno realiza. Uno recuerda los que salen, pero no los que fracasan, y está bien, porque hay que seguir viviendo".
Mex es un "desgenerado", un músico que salió de M.I.A., la escuela de artistas independientes de los Vitale, se dedicó luego al free jazz y, a mediados de los 80, en un viaje a París para probar suerte, se olvidó los géneros en medio del Atlántico. Por eso, el ambiente de vodevil que viste sus canciones es ideal para mezclar, en clave de humor, el bolero con el jazz y con una particularísima versión de? "Aquí llegó Balá".
"Hay tres canciones que son del disco que saqué hace unos años, Que la bese (2005); otras que tenía guardadas y varias que fueron hechas especialmente para esto. Después apareció la idea de poner a Marcelo de maestro de ceremonias, como una historia paralela. Hace unos años, hice un ciclo de shows con mis canciones más algún que otro monólogo. La gente se copó con las historias que contaba y se empezó a gestar sola una situación teatral. Yo nací haciendo música, tuve grupos y tenía ganas de volver a hacer música, pero me di cuenta de que la gente quería ver un show humorístico".
Desde pasado mañana, en el Chacarerean van a ver todos los Mex posibles. Al espontáneo de Pura química (de lunes a viernes, a las 14, por ESPN+), al actor de Los exitosos Pells y al conductor de ciclos de tevé como Laboratorios Dormevú o Mañana vemos . Pero también estará el actor, el de Valentín , la película de Alejandro Agresti y el humorista delirante de los días de Cha cha cha y De la cabeza . Y hablando de aquella troupe de Casero y compañía, también estará el Mex músico, aquel de la Halibour Fiberglass Sereneiders. Todos los Mex posibles, pero en un ámbito nuevo para ellos, el teatro. "Es algo nuevo para mí. Me animo a hacer un sketch, que es una parodia a los actores, y quizá con el tiempo me anime a incluir algunas cosas más".
-¿Qué te atrae del teatro, o qué te asusta?
-Es más lo que me asusta. Me asusta porque está la gente ahí. Yo estoy acostumbrado a tener un micrófono enfrente o una cámara. Por más que haya tocado muchísimas veces, esto es otra cosa; es una especie de obra.
El frío aumenta en la sala; el ensayo ya es pasado y las pocas luces encendidas comienzan a apagarse. Renzo Baltuzzi (guitarra), Franco Fontanarrosa (bajo), Lulo Isod (batería) y Pollo Viola (trompeta) se despiden como aquellos parroquianos que van despoblando el bar y dejan solo a Mex. El personaje en cuestión pide unos minutos para cambiarse, para dejar la pilcha del actor por la ropa de calle y vuelve justo ahí donde habíamos quedado, en sus pasiones inútiles. "Mirá, me casé cuatro veces y cada vez iba a ser la única o la última vez, y tuve tantos emprendimientos. Una vez me puse a vender unos programas de computación. Marcelo (el maestro de ceremonias Américo Dupont) es socio de mi hermano Gonzalo y ellos trabajan en el rubro de turismo. Yo siempre viví de dar clases de música, pero un verano que estaba sin laburo me puse un saco y una corbata, y salí a vender por las agencias de turismo. ¡No vendí nada! Después trabajé en una agencia de quiniela. Hacía las boletas de Prode y las de la quiniela oficial, que recién empezaba. Los tipos venían; me decían: «Jugame pajarito a la cabeza», y yo anotaba y después buscaba qué numero era el pajarito porque no entendía la jerga. Son todas cosas inútiles que tuve que hacer para vivir, como todo el mundo".
-Pero la música, no: no es una pasión inútil...
-No; la música, no. En la obra, cuento el viaje que hice a Francia. Yo acá hacía free jazz; había 15 señores con pipa y barba que gustaban de eso. Eran los 80; estaba Alfonsín; había una inflación terrible. Un amigo se fue a Francia y pensé: "¿Por qué yo no?". Vendí mis instrumentos, compré los pasajes y me fui con mi hija Violeta, que tenía 6 meses, y con su madre. Y en París hice de todo: pegué afiches para la campaña de Le Pen (político francés de extrema derecha); me corrían los árabes, pensando que yo estaba a favor de él, y resulta que era un "sudaca" en una condición igual o peor a la de ellos; pude tocar sólo unas cinco veces mi música y conocí a Roberto, un italiano con el que toqué una temporada en una pizzería. Eso era lo que menos hubiese querido hacer en mi vida. Sentí que me estaba prostituyendo, que estaba traicionando todo lo que había aprendido en M.I.A. con Rubens Vitale, Donvi, el papá de Lito y Liliana.
-De formación actoral, nada, ¿no?
-Nada. Los monólogos tienen que ver con mi familia, todos grandes narradores de historias. Mi hermano Gonzalo es actor y siempre tuve una relación con lo artístico, pero nunca estudié. Aprendí mucho con la gente, con Mirta Busnelli, Hugo Arana, Mike Amigorena, todos muy talentosos. Mi viejo es periodista, él me decía que la mejor forma de estudiar periodismo es en una redacción, escribiendo, y yo creo en esa forma.
-Y no vas a matar a nadie por mala praxis...
-Exacto, no existe la mala praxis artística.
-Sí, y con todos los estudios hechos. A mí me pasa que me aburre mucho el teatro. Me distraigo con facilidad; veo que el actor habla muy fuerte y escupe a los de la primera fila; después empiezo a mirar que se está cayendo algo del telón y ahí me voy por completo.
Es hora de terminar. Alguien mira con ganas de irse; es el encargado de apagar la última luz y cerrar la sala. Sería inútil prolongar la charla; Mex ya dijo lo que tenía para decir y la pasión que puso en cada una de sus palabras se puede perder en cualquier momento.
PARA AGENDAR
Pasión inútil. Canciones, monólogos y delirios ideados por Mex Urtizberea.
Teatro Chacarerean, Nicaragua 5565.
Los jueves, a las 21.45.
Entradas desde 40 pesos. 4775-9010 y 4774-3712.
Por Sebastián Espósito
De la Redacción de LA NACIÓN.
Fuente: LaNación.Com/Foto: Leandro Aranda.
No comments:
Post a Comment